Queridos lectores, siento mucho teneros en vilo durante mis largas ausencias. La operación salió bien, mejor de lo que el propio médico se esperaba. He pasado muchos meses con el brazo completamente inmovilizado, por lo que se me atrofió y no podía moverlo casi nada al principio. Tuve que hacer varias sesiones de rehabilitación y, por fin, creo que puedo cerrar esa dura etapa de mi vida.
Contra todo pronóstico, he sido capaz de sacar el curso adelante gracias a mis compañeras que me facilitaron los apuntes de todas mis asignaturas. He sido capaz de aprobarlas todas por primera vez desde que entrara en la Universidad, ¡soy la felicidad hecha persona! Y ahora empieza un nuevo cuatrimestre para el que tengo las pilas cargadas.
Poco a poco veo que se acerca el final de la carrera, un máster se perfila en mi horizonte, ¿y luego? ¿Encontraré trabajo con facilidad? Tengo ganas de que termine mi época de estudiante, pero por otra parte es lo único que conozco y el futuro asusta. Cada vez queda menos para que llegue el día en el que tenga que demostrar que tantos años de esfuerzo y sacrificio han servido para algo, ¿para qué? Seguiré pensándolo.
A día de hoy estoy centrada en mis nuevas asignaturas, sobre todo en la que siempre soñé matricularme: Escritura creativa. Por fin tengo un espacio donde mis escritos y mi insaciable sed de escritora se ven recompensados. Tal vez ese sea el foco de energía que me hace falta para publicar más en el blog. La motivación me invade y espero que no me abandone esta vez.
Quiero una vida más activa en este blog, ¿y si me propongo una entrada, al menos, por semana? ¿Os gustaría? Muchos besos,
Aurora.
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