He dado un repaso a mis entradas y me doy cuenta que la mayoría reflejan mi dolor sobre algo. También hay momentos alegres que me llenan de ilusión y que iluminan mi rostro con el poder de una sonrisa, aunque no suelo hablar de ello. ¿Masoquismo? Qué va, es más facil relatar lo doloroso que lo alegre pero hoy trataré de contaros una historia bonita que espera su desenlace.
No sé desde cuándo me siento identificada con una chica que conocí a través de una red social. Me llegaban eventos de vídeos que colgaba en Youtube y títulos de novelas cortas que publicaba en la red. Creo que la naturalidad con que hacía todo fue lo que me motivó a agregarla, la envidiaba.
Me llegaban los eventos de primera mano y me echaba unas cuantas risas con sus locuras, pero no lo hacía sola, tenía a su hermana al lado. Loquísimas, pero terriblemente divertidas. Dejaba comentarios en los eventos para hacerla saber mis opiniones sobre lo que veía, y así mi nombre empezaría a sonarla.
Inevitablemente me puse a investigar sobre ella con medios extra-limitados. Solo podía obtener información de su perfil, a través de los comentarios que dejaba la gente y sobre lo que colgaba en twitter. Parezco un poco maníaca lo sé, pero desde el primer momento supe que podríamos llevarnos bien por tener varias cosas en común, ¿qué había de malo en intentarlo?
Ella iba colgando novelas y yo las iba leyendo, dejando un comentario al final de cada capítulo. Llegó un momento en el que me dijo que le gustaban mis comentarios y me alegré muchísimo. Coincidió que ella me empezó a seguir en twitter, no sé qué valor vería en mis tweets pero es un hecho que ella me sigue, así que yo feliz por dos motivos: 1) me sigue mi ídola y 2) me aseguro un seguidor más, que aunque no me importa cuántos me sigan siempre es agradable ver que a la gente que admiras le agrada lo que cuelgas.
Hace poco colgó que volvía a su ciudad después de un viaje de estudios. Somos de la misma ciudad así que imaginaos mis elucubraciones mentales, tenía que hacerla saber las ganas que tengo de conocerla. No quiero que piense que soy una loca obsesiva o cualquier tontería de esas que te venden para que no quedes con gente de Internet así que me decanté por un sencillo tweet que decía que me encantaría conocerla.
A ella no pareció disgustarle la idea, dijo que le encantaría conocer a una de sus lectoras. No puedo describiros la alegría que me llenó en ese instante, cómo corría por mis venas con una fuerza electrizante, increíble. No estoy acostumbrada a que la gente que admiro (ya sabéis que la considero mi ídola) sea tan cercana.
Voy a esperar que se instale en su casa y pase tiempo con familiares y amigos, que seguro hacía ya bastante tiempo que no les veía. No quiero parecer una obsesiva, no lo soy, aunque me embriaga la emoción de conocerla por fin. Ya le comenté que me dejara un privado cuando tuviese tiempo de quedar, espero que no se haya olvidado...
¿Saldrá esto como espero o será un fracaso? Tachán, tachán.
Aurora.