Vamos a hacer las cosas bien, por una vez en la vida. Voy a relataros el por qué del título cronológicamente. Ayer por la noche, sin nada que hacer, estaba metida al Tuenti haciendo un poco el moñas. Pasaban las 21h. cuando sonaba mi móvil. Raro, raro. Era un amigo, llamémosle Chófer (coña que tengo con él), preguntando sobre la fiesta sorpresa que estoy organizando. No tenía ni idea de lo que me hablaba así que me conecto a la cuenta en la que le tengo agregado. Empieza a contarme sus dudas así que termino llamando al gancho de la fiesta para ver qué problema hay. Se soluciona.
Y ya que estaba hablando con él le dejo caer si le molaría madrugar hoy para acompañarme a la facultad a ver notas. No sé cómo me lo monté ¡¡¡pero le convencí!!! Le dije de quedar a una hora razonable en la estación, pero me propuso ir en "business", vamos, que me llevaba en coche. ¡¡¡De lujo!!! ¿Veis por qué es mi Chófer? Además que, como siempre le digo, es mi amuleto de la suerte.
Hoy por la mañana ha venido a casa a recogerme y nos hemos ido a la facultad. ¡¡¡Bingo!!! Todo, todito aprobado. ¡¡¡Eso significa que paso limpia y que puedo solicitar el Erasmus!!! Un pasito más cerca de cumplir mis sueños. Me he quedado hablando unos minutillos con unos compañeros y a casa en "business".
Libre, libre, que soy libre. No me lo puedo creer, ¿sabéis cuántos años llevo sin pasar limpia al curso siguiente? La cifra exacta es irrelevante al caso, pero ¡¡¡unos cuantos!!! Gracias por venir conmigo, creo que no hubiese sido así de no tenerte a mi lado.
Llegaba la hora de decidir cómo plantearme la tarde, por nada del mundo quería quedarme en casa. Unas llamaditas y listo. Me invitaban a una piscina. Me he plantado allí con mi mejor sonrisa, tarde de risas, besos y abrazos, acompañado de algún chapuzón en la piscina -breve debido a mi hidrofobia-.
Notaba que empezaban a cansarse de estar allí y les he dicho que no me importaba quedarme un rato más, aunque fuera sola. He aprovechado para leer "Kafka en la orilla" y dormir un poco, no pretendía dormirme pero el insomnio nocturno me pasa factura durante las horas de sol. Al despertar he ido a su encuentro.
Más felicitaciones, besos, abrazos y llamadas telefónicas de los que están lejos. ¿Tanto te quiere la gente cuando las cosas salen bien? Es increíble, con las malas notas todo son malas caras, pero con las buenas la gente se vuelca en ti como si te hubiesen concedido un premio Nobel. ¿No son conscientes que una notificación no es una representación real de los conocimientos adquiridos?
Bueno, bloggers, que soy libre. Libre de disfrutar sin miedo ya que a la vuelta no puede esperarme bronca alguna. Libre de quedar sin esperar reproches a mi regreso. Libre de ser yo misma: alocada y fiestera.
Aurora.