jueves, 22 de septiembre de 2016

Que no termine Septiembre


Queridos lectores, creo que lo que llevamos de Septiembre merece su propia entrada. Os comentaba en la entrada anterior que Philip y yo creíamos que la escapada a la playa levantina era el fin de nuestro verano ¡y qué equivocados estábamos! 

Sí es verdad que yo me he vuelto a escapar allí con la familia mientras él se quedaba trabajando, principalmente porque iba mi tía -la de los viajes por su cumpleaños-, a la que adoro y con la que me gustaría pasar más tiempo, así que cuando me enteré que esta escapada era por ella, me apunté enseguida. 

Fue todo un poco caótico: comprar billetes deprisa y corriendo, preparar una maleta de última hora, tener en cuenta otro viaje pendiente... pero, al final, salió todo mejor que nunca.  Ella se lo pasó en grande y disfrutó cual niña, que era para lo que estábamos allí. ¡Misión cumplida! 

Yo me tuve que volver antes por ese viaje que acabo de mencionar. Un buen amigo nos invitaba a Philip y a mí -junto con otros amigos suyos- a pasar unos días en nuestro amado norte, en otra zona diferente de la de Agosto pero que nos enamora igual. La esencia es la misma: buena gastronomía, bosques inexplorados, playas paradisíacas -como la de la foto-, un mar salvaje y mucha paz. Nos gusta tanto que no pudimos declinar su oferta.

Volvimos a casa completamente renovados y pensando que de verdad se acababan los viajes para dar paso a una rutina otoñal. Pero ¿y si este fin de semana nos volvemos a escapar a Levante con unos amigos? ¡Os informaré!

Aurora.



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