miércoles, 6 de noviembre de 2013

Momento vírico


Queridos lectores, he pillado el "súper virus" que circula por ahí. Es una mezcla de malestar de garganta y malestar gastrointestinal. 

Todo esto empezó en Halloween: mis amigos se fueron a la ya mítica playa levantina de la que siempre hago mención para pasar un puente diferente alejados del jaleo de una gran ciudad. Yo tenía muchas ganas de ir, pero no pude por falta de dinero, la historia de siempre. Para compensar fui a cenar con Philip y mi familia a un buffet libre de un conocido centro comercial y cogí frío. Así de sencillo. 

El viernes amanecí ya sin voz y con la garganta considerablemente inflamada. A partir de ese momento todo empeoró: me puse mal del estómago, me subió un aparente catarro, me congestióné... todo esto acompañado de un terrible malestar, una falsa sensación de tener fiebre alta y un horroroso dolor de cabeza que aún persiste. Y, por supuesto, nada de volver a clase. Llevo todo lo que va de semana faltando y no sé si me encontraré lo suficientemente fuerte para afrontar cuatro horas del tirón mañana. 

Os voy a dar el tratamiento que pone la Seguridad Social por si os pasa lo mismo:

-Reposo
-Paracetamol

Y para mejorar de la gastroenteritis que provoca este virus lo que hay que hacer es estar en ayunas totales durante 24 horas y tomar solo este zumo (en cantidades ilimitadas, pero sin forzar):

-Un litro de agua
-El zumo de dos limones
-Una cucharada sopera de azúcar
-Una pizca de sal
-Una pizca de bicarbonato 

Pasadas estas primeras 24 horas de tomar solo el zumo (sabe a limonada aguada) se puede iniciar una dieta blanda. En caso de que los síntomas persistan, acudid al médico, yo solo informo de lo que me dijeron.

Espero que no os pongáis enfermos,

Aurora




domingo, 6 de octubre de 2013

En vías de adaptación

Hola gentecilla, aunque pueda parecerlo no me olvido de vosotros ni por un instante. Ahora mismo vivo centrada en todos esos trabajos y quehaceres universitarios, por lo que no dispongo de mucho tiempo para escribiros. 

Sabéis, y si no os lo recuerdo, que ya no coincido con mis amigos en las clases y quizá por esto se me hace todo tan duro al principio. A los compañeros de tercero ya los tuve el año pasado y son bastante sosillos. Procuro vencer mi profunda timidez y acercarme a ellos, les hablo y no me vuelvo autista en los descansos, aunque varias veces es como si me obligaran a ello. No me dirigen apenas la palabra y me hacen sentir totalmente fuera de lugar, pero quizá es solo cuestión de darles tiempo. Entiendo que ellos se conocen desde hace mucho y yo soy "la nueva".

En cambio, los de segundo son muchísimo más agradables. Poco a poco me voy haciendo a ellos o ellos se van haciendo a mí, según se mire. Hemos empezado por hablar solo de temas relacionados con las clases y está bien, creo que es un buen comienzo. Además, hay un trabajo en grupo al que no dudé en apuntarme tanto por la nota como por ir conociendo a otros compañeros. Estoy nerviosa y temo que salga mal, aunque procuro seguir siendo optimista y pensar que acabaré el cuatrimestre con algunos amigos más -o al menos buenos colegas-.

Por otra parte, no dejo de pensar en mis amigos, los que están en cuarto. No les veo nunca y apenas coincidimos en los pasillos. Creo que esto influirá negativamente, o no, tal vez nos una más. No sé qué pensar sobre ellos. Echo de menos mi clase original y nunca creí que llegara a decir esto. Extraño a los pelotas, a los engreídos, a los raros, a los gilipollas y a mis amigos. Echo de menos ver sus caras y pensar que es una suerte conocer a toda una clase de más de 80 miembros. Echo de menos buscar a alguien y no encontrarle porque está de Erasmus. Con los de segundo y tercero no me pasa porque apenas conozco a unos pocos. 

Estoy abierta a conocer a todo aquel que quiera dejarse conocer, pero una cosa tengo clara: no pienso forzar situaciones. Hay gente en segundo que si me ve por los pasillos me dirige el saludo, mientras que alguno de tercero que sabe quién soy se hace el loco para no saludar. Muy bien, yo no me pierdo nada. 

Si tuviera que hacer un pronóstico aquí y ahora diría que con los de tercero me va a costar bastante porque son sosos y raros, pero los de segundo parecen más abiertos y con más capacidad para querer conocer a gente nueva. De todas formas solo han pasado unas pocas semanas. Nada está decidido.

Deseadme suerte, la voy a necesitar.

Aurora

martes, 10 de septiembre de 2013

¡Se retrasa la vuelta a las clases!


Sí, habéis leído perfectamente. Estaba yo quejándome el otro día de la pereza de volver al ruedo y ya veis, al final nada. Gracias a los que suspendieron la Selectividad en Junio yo tengo una semana más de vacaciones, ¿no es genial?

Y así me pasé ayer la tarde mirando tiendas, vagando por la ciudad para descubrir nuevas tendencias, sin estrés ni agobios. Lo único que decidí comprarme fue algo de material para las clases, que luego vienen los lloros: este boli no me pinta, esto no tiene minas, el típex está seco... y terminas cogiendo apuntes cincelando una piedra. Y eso, damas y caballeros, está demasiado visto.

Así que ya con todo preparado para volver a la Universidad voy a dedicar mis últimos días al descanso. Tal vez algo de lectura, más entradas en el blog o empezar una novela nueva, ¿quién sabe qué misterios me aguardan en esta semana regalada?

Suerte a todos los que ya estáis sentados en las aulas de vuestro centro de estudios.

Aurora.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Septiembre


Adiós verano, hola Septiembre. Esto es lo que se oye ahora entre los estudiantes de todas las disciplinas posibles. También yo he de continuar mis estudios a partir de la semana que viene y eso no me motiva nada. No quiero volver a las clases porque voy a sentirme como una alumna nueva en un lugar antiguo y conocido. No coincido con mis amigos en casi ninguna clase y, en la mayoría, no conozco a nadie. 

Antes de empezar a divagar sobre cualquier cosa quiero disculparme porque en Junio os prometí (vía Twitter) un verano colmado de entradas que no he podido cumplir. Julio fue un ajetreo constante de reuniones familiares y preparativos de un Agosto que ha dado de qué hablar y que ha colmado mi memoria de anécdotas de todo tipo. Cierto es que en Julio no salí de mi ciudad, pero en Agosto, salvo para un cambio de maleta, podría decirse que no la pisé. Y no hace ni una semana que regresé. Por eso voy a intentar, que no prometer, escribir más a menudo.

Y ahora ya puedo hablar tranquilamente sobre el odio común que solemos tener al pobre mes de Septiembre. Cuando llegan estos días acuciamos con mayor intensidad repentinas ráfagas de estrés porque el verano se acaba, las clases o el trabajo nos reclaman y apreciamos que los días son más cortos. Se acabaron las fotos de pies en la playa, cervecitas al sol en una terraza o gente en bañador, ahora lo que toca es comprarse una agenda para planificar el año, enterrar los bañadores en el fondo de una maleta que no verá la luz hasta Mayo -por lo menos-, y pensar en ocupar el tiempo en obligaciones y no en ocio.

Es triste, demasiado. Saber que llegan días de frío y tener por delante otro duro invierno que se hará interminable son los mayores golpes que puede propiciarnos este mes. Y aun así hay que sacar la mejor sonrisa porque no todo son malas noticias. También son días de reencuentro con familiares, amigos y compañeros. Son días de conocer gente nueva y volver a ver a los que ya conoces. 

La gente cambia en verano para afrontar una nueva etapa, ¿por qué no vuelves a conocerlos? 

Aurora.


miércoles, 26 de junio de 2013

Liberación


¿Sabéis cuál es esa sensación de paz interior cuando apruebas un examen imposible? Lágrimas en los ojos reflejan la ansiedad marchita de estos días de atrás. Darte cuenta de que ese examen que tanto te hizo desesperarte es cosa del pasado, que ahora otros nuevos misterios te aguardan, es abrumador. 

Ya es verano, oficial y personalmente. Las vacaciones han llamado a mi puerta con un aprobado y mi consiguiente felicidad. Nadie puede imaginarse las horas que he pasado encerrada y rodeada de apuntes para que en el examen todos mis conocimientos se esfumaran, huyeran como cobardes y me dejaran sola ante la hoja de papel. Esa sensación de vértigo y la noción de un suspenso asegurado son devastadoras. Pero no, tengo un 5, justo y raspado, pero aprobado.

Me falta el aire por el estrés acumulado, por saber a ciencia cierta que tanto sacrificio ha merecido la pena. Estoy aprendiendo a respirar de nuevo. Desde aquí os animo a no dejaros vencer y luchar siempre hasta el final. 

Suerte a todos con vuestras notas.

Aurora

sábado, 15 de junio de 2013

Auryn


No sé si conoceréis a esta banda, pero hoy tienen la firma de su libro en el Retiro de Madrid. Esta entrada no la escribo como fan, ya que apenas he escuchado alguno de sus temas, sino como escéptica espectadora de algo que estoy viviendo muy de cerca.

Niñas de la ESO que sí admiran a estos chicos van a ir a hacer cola e intentar conocerles. Eso no sería malo si no hubiesen involucrado en su momento fangirl a otras chicas que ni siquiera les reconocerían fuera de una foto de sus álbumes. Esta entrada la dirijo a la Hipocresía, una vez más.

¿De verdad compensa a las niñas que no conocen a esta banda tirarse horas muertas bajo un calor sofocante para ver a unos chicos de los que no se saben ni su nombre ni han oído ni una sola de sus canciones? Me parece una gran llamada a la hipocresía solo por querer encajar en una sociedad injusta. 

Lamento sinceramente que las cosas hayan llegado a este punto, no por las niñas (que están en su derecho de fingir un fanatismo inexistente), sino por las madres que las acompañan ya que no se fían de que sus pequeñas se sepan desenvolver solas en ese ambiente cargado de gritos, llantos e histeria adolescente.

Soy la primera en reconocer haber sido fangirl, sé lo que es, lo que se siente y las reacciones de la gente ante sus ídolos. La gente cambia y saca lo peor de sí misma. Espero que este capricho no acabe en una cruenta batalla sentimental que separe a este grupo de amigas en dos bandos enfrentados.

Ánimo a esas valientes madres y suerte a sus hijas.

Aurora.

sábado, 8 de junio de 2013

Pizza



Hola chicos. Accedo una vez más a esta cuenta abandonada para hablaros de mi vinculación a las pizzas el día de mi cumpleaños. Fue hace ya dos años cuando esta tradición comenzó.

Cumplía 21 añitos y lo celebraba con los amigos que había hecho a lo largo de todo un curso, tanto de dentro como fuera del campus, y que aún conservo. Hicimos una comida alucinante en la que nos lo pasamos como enanos y en la que la pizza no estaba invitada. Fuimos a un parque para relajarnos con unas cachimbitas y algo de alcohol para amenizar la quedada y cuando llegó la hora de merendar teníamos un hambre considerable. Bendito el momento en el que se decidió ir al Telepizza y llevar las pizzas al parque. Ahí sí que se estaba bien, a la sombra de los árboles con comida, bebida y cachimbas...

Tal vez por eso al año siguiente les volví a reunir, esta vez para comer en una pizzería y luego volver a nuestro sitio en ese mismo parque. Fueron momentos épicos cuando tuvimos que luchar por nuestras porciones contra unos niños deficientes. Las risas al recordarlo son inevitables.

Este año cumplo 23 y hoy lo celebro con ellos otra vez. ¿Imagináis a dónde vamos a ir a comer?

Aurora