jueves, 22 de agosto de 2019

Parón vacacional


Queridos lectores, ya sé que desde Mayo estáis ansiosos por saber de mí pero han sido un caos de meses. Como os conté, me he metido a opositar como quien se mete droga, es algo que me está empezando a anular como persona y las relaciones con mi entorno se están viendo afectadas, pero oye, que dicen por ahí que vale la pena y aquí sigo.

Junio. Creo que realmente fue el mes pistoletazo de salida. Tenía la motivación al 200%, fui a muchos cursos de organización, atención, memorización... Iba a todo gas, cuesta abajo y sin frenos y cuando vas como loco por la vida (los temas en mi caso), al final te la pegas. Empecé a hacer exámenes cada dos semanas y cada cual me salía peor que el anterior, pero ahí estaba yo, hincando codos, porque que los inicios son difíciles lo sabe hasta mi primo tonto del pueblo.

Julio. Y llegaron los calores y con ellos la modorra. Fui a menos clases, participé en menos eventos y seguí flaqueando en los temas. Un día mi preparadora me llamó a su despacho para decirme que los tenía todos mal, incompletos, inconexos y que los rehiciera. ¿Todos, todos? ¿Incluso los que empecé antes de meterme a estudiar idiomas y que dejé para antes de ayer? Sí, todos. Cada línea, cada párrafo, cada coma... a revisar cientos de páginas de la nada. Me río yo de las jarras de agua fría, fue la vida riéndose en mi cara mientras me daba el bofetón del mes. Y así empecé a revisar punto por punto cada minuto de los últimos meses perdido entre tantos datos cuando mis vecinos (todos, por supuesto) decidieron que había llegado el momento de la sinfonía obrera de taladros, picotazos, golpes y un sinfín de ruidos que no quise ni identificar. Me fui unos días al mar a desconectar (y digo mar porque decir playa es mentir, no salí del agua).

Agosto. Volver de vacaciones fue maravilloso, lo mejor que me podía pasar y es la ironía a máximo volumen. Los obreros no se ponían de acuerdo y había ruidos a todas horas, por todas partes: del piso de arriba, del de abajo, de cada pared de mi opozulo salían ruidos inimaginables de 6h a 20h. He probado a ir a bibliotecas, pero pasan dos cosas: 1) no sé estudiar sola fuera  de casa y 2) cierran en Agosto, elegid el orden de importancia. Y por si la armada de taladros no fuera suficiente, mi ordenador murió. O entró en coma porque ahora mismo está perfectamente. El caso es que he tenido que sobrevivir 3 semanas sin acceso a mis archivos de la oposición, lo que significa parón casi total de mi progreso. 

Resumen. Tenía que hacer entre 7 y 12 temas nuevos en los meses de Julio y Agosto porque en Junio parecía posible y no he hecho ni medio, literal. Así que ahora que me he estampado contra un bloque de hormigón llamado 'esto en una semana no lo arreglo', tengo que asumir el chapapote de la preparadora y lo peor es que, a su manera, tiene razón. Espero sobrevivir a esto.

¿Cómo os ha ido a vosotros?

Aurora

La foto la he sacado de aquí 

domingo, 12 de mayo de 2019

Estudiando duro


Queridos lectores, no sé cómo estará vuestra situación laboral, pero la mía se podría catalogar como "señores del Gobierno, póngase de acuerdo y déjennos a los jóvenes empezar nuestra vida".

Lo que quiero decir es que si tienes una FP (formación profesional), no estás lo suficientemente cualificado y eres muy joven; si tienes una carrera, porque no tienes un Máster; si tienes una carrera y un Máster, porque no tienes idiomas; si tienes una carrera, un Máster e idiomas, porque no tienes experiencia y ya no eres tan joven; si tienes una carrera, un Máster, idiomas y experiencia, estás sobre cualificado para el puesto... Y así continuamente.

Pues bien, yo ya no soy tan joven (los 30 me acechan como buitres) y estoy en medio de ese bucle infinito en el que los señores del Gobierno tienen a la población joven de este país. Luego dicen que emigramos, que hay fuga de cerebros; no señores, nos vamos donde nos valoren, punto pelota.

Como sabéis, tengo una carrera y un Máster, lo que no sabéis es que acabo de certificar un idioma que me ha llevado más de un año prepararme y ¡sopresa! no tengo experiencia porque me he pasado toda la vida estudiando. Total, que sigo sin trabajo de "lo mío" (por suerte colaboro en una oficina y me saco alguna monedilla) y sin muchas expectativas visto el percal.

Así que he decidido opositar. Más horas de estudio, de encierro, de no ver el sol, de seguir formándome para un futuro cada vez más incierto y más negro que el sobaco de un grillo. Calculo que el examen será cuando tenga ya 30 o esté a días de cumplirlos (por favor que no caiga en mi cumpleaños), y eso que queda un año todavía. ¿No sentís el tic tac de la presión?

Yo no sé quién se inventó eso del "sueño español", aquí estamos como en cualquier parte, con la soga al cuello, sin dinero, sin posibilidades, con un Gobierno que mira hacia otro lado. Vivimos en un país en el que los poderosos lo tienen todo y los demás, bueno, los demás sobrevivimos como podemos.

Contadme un poco de vosotros, ¿os identificáis conmigo?

Aurora.

La foto la he sacado de aquí.

jueves, 7 de marzo de 2019

Hasta la vista


Queridos lectores, ¿cuántas veces habré de hablaros de la gran hipocresía que nos rodea? De cómo alguien que considerabas tu mejor amiga (y ella a ti también) pasa a ser una desconocida que ni te saluda por la calle.

Como os comenté en mi primera publicación tras el largo parón, han sido tiempos muy turbulentos, de mucho cambio y mucha inestabilidad. En esta ausencia en el blog, la que creía la mejor amiga de mi madre, de repente desapareció. Qué fácil es ser amigo en los momentos buenos, pero si llegan las vacas flacas y la gente huye, plantéate que no eran tan amigos. Y esto es exactamente lo que pasó.

Mi madre tuvo muchos meses de bajón físico, anímico, psicológico y todo lo que se os ocurra de esa índole y, mientras casi no podía ni salir de casa, se preocupó de que su amiga estuviese bien. Llegó un día en que no podía abarcar tanto y se centró en sí misma, fue al médico y le dijeron que tenía una enfermedad, que todos sus problemas tenían una causa. 

Se focalizó en su tratamiento, en superar la rara enfermedad que la había casi anulado como persona, pero su amiga ya no contestaba sus llamadas ni mensajes, no sabe que pasó por todo aquello sola, con el apoyo de toda su familia, pero sin su supuesta amiga.

Después de Navidad, mi abuela tuvo que ser ingresada y estuvo muchas semanas en el hospital. Mi madre no se separaba de su lado y con todo lo que conllevaba su recuperación, las horas de hospital, asegurarse de que las cosas en casa seguían yendo bien y un largo etcétera, se olvidó de felicitar el cumpleaños a esta mujer. Qué gran ofensa para alguien que no sabe de la misa la mitad.

Cuando mi abuela se recuperó y volvió a su casa, nos enteramos de que la había vendido. Tuvimos que ponernos las pilas en buscar un nuevo hogar para ella, para mi abuelo y para mi tía que vive con ellos porque se quedaban literalmente en la calle. Fueron meses en los que mi madre seguía con su tratamiento, en los que cuidaba de la recuperación de mi abuela, buscaba un piso apropiado y vaciaba la casa de todo lo que no se iban a llevar a la nueva, fuera cual fuese.

Por esa época tuvo la inmensa suerte de reencontrarse con su amiga de toda la vida, del colegio, de sus años de juventud. Y gracias a ella y tener alguien con quien contar, sus problemas se minimizaron en su mente. Ya no se veía sola, volvió a sonreír después de mucho tiempo. La hipócrita la bloqueó en las redes sociales, nadie sabe muy bien por qué.

Ahora las cosas parecen más tranquilas. Mi madre no está recuperada, pero va bien; mis abuelos y mi tía llevan un tiempo instalados; no hay demasiados sustos de salud por parte de ellos; sigue quedando con su amiga del colegio, etc. 

El otro día nos cruzamos con la supuesta mejor amiga de la que hacía más de un año que no sabíamos nada y ni nos saludó. Giró la cara como si fuéramos las vecinas pedantes, maldita maleducada. Muy bien, tú lo has querido. Si no estuviste en los momentos más duros de nuestra vida, no nos mereces en los mejores.

Espero de corazón que no tengáis la suerte de tropezaron con gente así de magnífica y que la apartéis bien lejos.

Aurora

La fotografía la he sacado de aquí.

martes, 26 de febrero de 2019

Levar anclas


Queridos lectores, yo de mayor lo que quiero ser es rica. Lo justo para vivir sin preocupaciones y tener mi pequeño yate siempre a punto.

Llega el fin de semana y poder hacer pequeñas rutas por las islas Baleares; hay puente y voy a Cerdeña; Navidad y Sicilia... Y navegar sin rumbo fijo, a la deriva, siendo feliz. ¿Dónde se estudia la carrera de la felicidad?

En vacaciones poder decidir si tomar unos espetos en Málaga o hacer una visita al Teide o, ¿por qué no?, un poco de cada. Despertar cada mañana con una nueva idea, con un nuevo objetivo, con destino variable y que todo sea válido.

Pero tal vez la esencia de un buen verano sea tomar el sol en la proa y que una lancha te traiga la paella desde tierra. Y si te cansas, tan solo hay que levar anclas.

Aurora

La fotografía la he sacado de aquí.

martes, 5 de febrero de 2019

Globos y rosas


Queridos lectores, no es fácil volver después de un año de parón. No sé ni cómo empezar. Mi vida dio un giro de 180º y se puso del revés, durante meses he sido un barco a la deriva amenazando con encallar estrepitosamente en un afilado acantilado. Pero heme aquí tanto tiempo después... vuelvo al redil con algo de mi cosecha:

Eres un globo a la deriva, tan pomposo, tan vistoso, con una cuerdecilla que suplica que alguien te ate, que te lleve a su lado, que te cuide hasta que la falta de aire te lleve al final, un arrugado adiós.

Pero te gusta lo bello, las rosas te atraen, con sus colores, con su jugosidad, con esa fragancia que te atrapa, ¿qué hay de malo en ir a jugar? No adviertes el peligro, solo la belleza eres capaz de ver, nada más que la superficie, ¿no ahondas? ¿Para qué?

Pero debajo de la hermosa perfección se hallan las espinas, amenazantes, deseosas de que te acerques lo suficiente para asir tu cuerdecilla y acortar distancias. Eres un globo curioso, quieres sentir su tacto aterciopelado y bajas a jugar. Y cual garra retráctil felina, llega la rosa y clava en ti su afilada navaja.

Explotas. La belleza es solo el principio, el final nadie lo sabe. 
Estallas. Porque te das cuenta de que las cosas no terminan como habías planeado.
Rasgas el aire con un alarido que asusta a quien es capaz de oírlo, pero es mudo.

No hay arrugas para ti, te rompiste.

Aurora

viernes, 10 de febrero de 2017

Conciencia social


Queridos lectores, esta semana ha sido fantástica. Dura, agotadora y llena de momentos muy intensos; estas prácticas me están enseñando mucho de calidad humana y algo de docencia. 

Esta semana se han cancelado las clases para trabajar con los alumnos temas tan importantes como la desigualdad, la falta de recursos de muchas personas (no solo de países pobres, sino también realidades del día a día en nuestra propia ciudad), el consumo abusivo de agua y luz, la soledad...

Me han dado la oportunidad de acompañar a varios grupos de alumnos a salidas y talleres en los que tratamos de concienciarles de cómo es la vida más allá de la comodidad de sus hogares. Hemos trabajado con ancianos en asilos, refugiados, gente sin hogar, ONG's con proyectos en marcha de construcción de pozos en países africanos, personas discapacitadas y muchos más. Obviamente, a mí me han asignado unos pocos proyectos, aunque me hubiera gustado poder retroceder en el tiempo para asistir a todos.

Está muy bien estar sanos y tener un hogar al que volver en las duras noches de invierno con una familia que nos quiere, pero es importante que conozcan de primera mano que no todo el mundo es tan afortunado. Por suerte, contamos con un amplio número de alumnos que se han mostrado dispuestos a volver a los asilos, a trabajar con refugiados y gente sin hogar, a colaborar con las ONG, etc. en calidad de voluntarios. 

Como docente en ciernes, me siento muy orgullosa de su entereza y sus reacciones al conocer la realidad de la cara oculta de la sociedad. La televisión nos vende -o lo intenta- que la gente que necesita ayuda es únicamente la que vive en África, Asia o Hispanoamérica, pero ¿qué pasa con los que viven aquí? ¿No hay lugar para ellos? No hablo de nacionalidades, hablo de personas que viven en la calle, de ancianos abandonados en asilos y de familias enteras intentando sobrevivir sin recursos.

La iniciativa de este colegio de mostrar a los alumnos desde muy pequeños (11-12 años) lo que pasa en el mundo me parece importantísima. La labor de todos los que forman parte de este proyecto, contactando con infinidad de asociaciones y buscando actividades variadas para que ningún alumno se quede sin participar, no se paga con dinero. 

Ojalá más colegios intentaran educar en valores y calidad humana, en vez de darle tanta importancia a unas materias que olvidarán pronto. Unos días del curso son suficientes para lograr este objetivo, no creo que esté proponiendo algo imposible.

Espero que tengáis la oportunidad de vivir algo tan intenso o el interés por buscar esta experiencia,

Aurora.

martes, 31 de enero de 2017

Ocupada y feliz


Queridos lectores, ni por un momento penséis que me olvido de vosotros, pero el Máster me tiene verdaderamente ocupada. Casi no tengo tiempo de salir de casa para ver a mis amigos o, incluso, a Philip.

Han sido unos meses muy duros, de mucho estudio y miles de trabajos para hacer de un día para otro. Es caótico y está muy desorganizado, pero me gusta tanto y me siento tan plena que todo el estrés por una mala gestión docente desaparece con prontitud.

En Navidad podría haber escrito algo, como de la desafortunada escapada al norte -sí, otra vez al norte, es una droga- en la que salimos tarifados con una amiga del dueño de la casa (qué tía más tonta, no merece una entrada para ella sola, pero queda por encima en el ranking de viles ignorantes), pero preferí desconectar. Lo necesitaba.

Ahora estoy de prácticas y pensaba de verdad que tendría más tiempo, que serían tan flojas como las del año pasado, ¡qué equivocada estaba! Trabajo muchísimo en algo que me gusta y me veo en esta profesión por el resto de mis días. Casi me da pena que se vaya a terminar el plazo tan pronto, no quiero volver a las clases y su desorganización. 

Intentaré conectarme más a menudo para dejaros mis ideas, mis historias o un vago hilo de pensamiento.

Ánimo a todos,

Aurora.